Con puntualidad británica partió de la calle León y Castillo a la altura de la Plaza de la Feria a las 6 de la tarde la comitiva fúnebre del entierro de la sardina en dirección a la Playa de las Canteras. Abriendo la comitiva una batucada seguida por las afilarmónicas Los Nietos de Kika y Los Melindrosos. Tras ellos se situaban las tres murgas finalistas del certamen de esta edición, Los Serenquenquenes, Los Trapasones y Los Legañosos. La Gran Dama, la Reina Infantil, la Reina del Carnaval y el Drag Queen también acudieron al cortejo en coches de época, acompañados por el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra.
La Banda de Agaete continuaba la comitiva, tras el coche en el que iban la Reina, Iraya Viera, con el alcalde, y animaba con su música a las decenas de miles de personas que se iban incorporando a la procesión. A continuación la carroza con la Sardina, decorada como una verdadera diosa del Olimpo, y tres carrozas más, entre ellas la Oficial del Carnaval, que llevaba a bordo, entre otros, a Inmaculada Medina e Isabel Mena, concejalas de Cooperación Internacional y Empleo, Juventud e Igualdad respectivamente, así como a Mª Isabel García Bolta, ex concejala de Carnaval, Patricia Andueza, Reina del Carnaval 2005, Carmen Robaina, coordinadora de candidatas en la época de los noventa, Francisco Medina, de la antigua Sociedad del Carnaval que ahora hace las veces de secretario en los jurados de los diferentes concursos, las glamourosas “Cruelas” del Carnaval y un largo etcétera de mascaritas que hicieron de esta carroza, un año más, la más animada del Entierro. Los fuegos artificiales pusieron anoche el punto y final al Carnaval del Olimpo, tras la quema de la Sardina en la playa de Las Canteras ante decenas de miles de personas. El fuego de la Sardina, símbolo de corrección y regeneración, acabó con el desenfreno carnavalero al menos hasta el año que viene.
De nuevo, tirón de orejas a la tvCanaria por la lamentable retransmisión efectuada del acto, ya que no sólo conectaron con 10 minutos de retraso sino que en apenas 20 minutos de conexión no dio tiempo si quiera a ver pasar la carroza con la propia Sardina.
Carlinhos Brown, broche de oro.
Tras 90 minutos de actuación, el brasileño se despidió dejando un muy buen sabor de boca, el mismo que dejase la noche del viernes otro grande de la música latina, Óscar D´León, que ofreció el mejor concierto de salsa que se ha visto en la isla en años. La mayor parte de los asistentes a ambos espectáculos no dudaron en calificarlos como lo mejor de un Carnaval que en otros aspectos ofreció más que claroscuros.
A falta de pasacalle a ritmo de batucada, como hiciera en otras ciudades españolas, el brasileño derrochó sobre el escenario olímpico toda su maestría como cantante pero sobre todo como showman, moviéndose de un lado al otro de las tablas, bajando a cantar con los espectadores, saltando, interactuando con el público... Tampoco faltó a su faceta evangelizadora recomendando el uso del preservativo para huir del sida.
El público no pudo evitar el baile a los sones de sus temas más brasileiros, con toques de samba, pese a la lluvia que hizo acto de presencia en medio de la actuación y que jugó una mala pasada a Carlinhos Brown, que resbaló aunque sin ninguna consecuencia para el que ayer se erigió en dios del Olimpo. Arropado por su banda de una veintena de personas, el de Salvador de Bahía ofreció a los presentes samba y algo más, un rock&roll incluido, tocando sus temas más conocidos como María Caipirinha, Carlito Marrón, Já sei namorar o la archiconocida Magalenha, aunque para ésta hubo que esperar a los bises.
Fotos: concejalía de Carnaval
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