.:: Diez años de plataformas y plumas

Esta noche la Gala Drag celebra su décimo aniversario::.

Para ser drag no basta con parecerlo sino también serlo. Hombres disfrazados con lentejuelas, cantando la zarzamora y alejados de la Tierra por decenas de centímetros, con el único objetivo de escandalizar, se han convertido en protagonistas de la juerga nocturna. Este año se cumple el décimo aniversario del disparate, la trasgresión y, por supuesto, los tacones de vértigo de la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, cuyos inicios fueron bastante difíciles debido al temor de las autoridades por su repercusión. El movimiento drag comenzó en España en los años ochenta y hoy, amadrinado por Alaska, se encuentra con la mayor fuerza que jamás pudieron imaginar dentro de las carnestolendas capitalinas, donde es ya cita indiscutible para isleños y turistas, al tiempo que ha desbancado a la Gala de la Reina como principal atractivo de las fiestas.

Mucho antes de permitirse la celebración del Carnaval ya existían transformistas, como El Palmera, que paseaban por los bares y terrazas del Parque de Santa Catalina, en la Isleta o en fiestas privadas y siempre perseguidos por las fuerzas del orden público, por lo que se escondían y se metían en los portales de los edificios. Sin embargo, todo eso cambió años después. Otros heredaron el desparpajo de estas pioneras de la extravagancia y se atrevieron a dar un brinco de la calle al escenario con sus pedazo de plataformas. Antes del gran salto, hubo reticencias por parte del Ayuntamiento, presidido entonces por José Manuel Soria, y por la empresa de Fiestas del Carnaval, que dirigía la actual alcaldesa, Pepa Luzardo, pese a que la sociedad y los medios demandaban cambios porque las fiestas ya resultaban cansinas.

En 1997, en un viaje a Valencia para negociar la construcción del escenario del Carnaval y sentados en una terraza, el vicepresidente de la citada empresa municipal, Francisco Medina, el consejero Juan Armas y el escenógrafo Alberto Trujillo, observaron perplejos a dos personas vestidas sólo con unos bañadores de señora, plataformas y unas pelucas muy largas del mismo color que las capas que llevaban. Era la rebelión drag y en ese momento apostaron porque ésa fuera la novedad del Carnaval del año siguiente, relató Medina. Al regresar a la isla, Medina planteó su idea en el Consejo de Administración de la sociedad, que lo rechazó en una primera reunión. En un segundo encuentro del Consejo se vuelve a plantear y queda sobre la mesa. Finalmente, el 1 de octubre de 1997, se aprobó el programa del Carnaval, aunque se decidió celebrar la gala drag el jueves 19 de febrero porque el Consejo dudaba de que fuera un éxito. Roberto Herrera fue el primer presentador de la gala después de proponérselo a otros, que renunciaron. No participaron murgas, sólo las comparsas Jaguaribe y Río Bamba y un ballet de Willy Roca. La incertidumbre también implicó confusión y dos candidatos lucieron trajes de reinonas, pero ganó Drag Heaven (Carlos Menéndez). Le siguieron: Drag Ni Romeo Ni Julieta (Miguel Medina), Andrómeda (Adrián Martel), Veinyer (Esteban Cedrés), Anémona (Carlos Suárez), Salamandra (José Tadeo), Atómica (Javier Torón), Tunte Drag (Raúl Santana) y Crisalidrag (Juanjo Tejera), para quien ésta es «la fiesta gay por antonomasia».

.:: Horario de emisión

TV Canaria a las 21:00 h. (hora canaria)
TVE 1 a las 23:45 h. (horario peninsular)